Nuestro blog

Rodeada de las suaves colinas de San Venanzio, La Cappella es mucho más que una simple explotación agrícola: es un lugar donde el tiempo parece ralentizarse, dejando espacio a la magia de la tradición y al pulso constante de la innovación. Desde los años 60, la histórica casa señorial y el establo de estilo clásico son el centro de la familia Romani, apasionados guardianes de una herencia auténtica profundamente ligada a la tierra.

Aquí, cada gesto cuenta una historia de esfuerzo, amor y visión: se crían nada menos que 650 vacas frisón italianas con respeto y cuidado, 250 de ellas en lactación. A ellas se les alimenta solo con lo mejor: forrajes aromáticos y cereales cultivados directamente en los campos de la familia, siguiendo un modelo de autosuficiencia que garantiza salud, bienestar y, sobre todo, una leche excepcional. Es precisamente esta leche, pura y genuina, la que elige cada día la quesería Poggioli para dar vida al Parmigiano Reggiano más auténtico.

La incorporación de Emanuele y Matilde Romani – nueva savia de la segunda generación – ha sido la chispa de la innovación: gracias a tecnologías de vanguardia y a sofisticados sistemas digitales de control de alimentación, la calidad de la leche se ha vuelto impecablemente constante. Pero aún hay más: el uso de inteligencia artificial y de herramientas de última generación permite monitorizar en tiempo real la salud y el bienestar de los animales, interviniendo de manera rápida y precisa para garantizar condiciones ideales cada día del año.

Carlo, figura histórica de La Cappella y alma de su faceta agrícola, mantiene vivo el vínculo con la tierra, siguiendo personalmente el cultivo de las materias primas que alimentan al rebaño. Su experiencia une la tradición de los gestos antiguos con una visión moderna y sostenible, convirtiendo cada litro de leche en un verdadero ejemplo de excelencia.

La Cappella es la prueba tangible de que el futuro y el pasado pueden caminar juntos: aquí el respeto por la historia familiar, la pasión por los animales y el espíritu innovador de las nuevas generaciones dan vida a una cadena de suministro virtuosa, capaz de llevar a las mesas el sabor auténtico de nuestra tierra y el valor de una historia que sigue evolucionando cada día.




